Que es esteriotipos etnicos
“Este es el primer
estudio que demuestra la ausencia de estereotipos raciales en una población
humana”, explica Andreas Meyer-Lindenberg, coautor del artículo e investigador
del Instituto Central de Salud Mental de Manheim (EE UU). Los hallazgos,
publicados esta semana en la revista Current Biology, respaldan la idea
de que el miedo social es la raíz de los estereotipos raciales.
Según explica Meyer-Lindenberg, “los estereotipos
están siempre presentes, tanto en niños y niñas con un desarrollo normal (en
edades tan tempranas como los tres años) como en personas adultas”. Incluso los
niños con autismo poseen estereotipos raciales a pesar de sus dificultades para
la interacción social cotidiana y su incapacidad para manifestar un
conocimiento social adaptado.En su estudio, los investigadores mostraron a los
niños una serie de viñetas con personas de distinto sexo y género, y de
distintos grupos étnicos, y les pidieron que asignasen características
positivas o negativas a los individuos representados. Mientras que los niños
con el síndrome de Williams "no dieron ninguna señal de sesgo
racial", los niños sanos realizaban asignaciones marcadamente
estereotípicas en relación al sexo y la etnicidad. “El perfil hipersociable
único de los individuos con el síndrome de Williams suele llevarles a
considerar que todas las personas del mundo son sus amigas”, afirma el
investigador. “Por ello, sospechábamos que no mostrarían una especial preferencia
por los caracteres de su propio grupo étnico frente a los de otras personas. A
pesar de ello, el hallazgo fue sorprendente por su magnitud”.Diferentes
maneras de fijar estereotipos
Un dato interesante es que los niños con dicho
trastorno realizaban asignaciones estereotípicas en función del sexo igual que
los niños que no otenían este trastorno, lo que para los expertos indica que
"las diferentes maneras de fijar estereotipos se deben a distintos
mecanismos cerebrales, selectivamente afectados por la alteración genética
responsable del síndrome de Williams, la pérdida de unos 26 genes en el
cromosoma 7".Los autores concluyen que los resultados podrían contribuir
al desarrollo de intervenciones diseñadas para reducir las actitudes y
comportamientos discriminatorios hacia grupos sociales discriminados y
marginados.
Estereotipos en los medios de comunicación[editar]
Trancart (1996), en
diversos estudios en medios de comunicación franceses (prensa, radio y TV),
descubrió que una de cada dos mujeres es citada sin que conste su profesión,
mientras que en el caso de los hombres esto sólo ocurre en una de cada diez
ocasiones. Tal y como dice Martín Serrano (1995), «uno de los esquemas que más
se repiten en la televisión es el de las mujeres asociadas con el cuerpo, y los
hombres con la cabeza». Así se demuestra en programas televisivos como por
ejemplo La
Ruleta de la Suerte, en los que la mujer se presenta como un
simple objeto de belleza. «Por desgracia y en un gran porcentaje de los casos,
cuando la mujer aparece en imágenes, lo hace en muchas ocasiones representado a
ciertos estereotipos que han resistido al paso del tiempo y que siguen estando
presentes en la mayoría de las sociedades. Así, nos podemos encontrar con la
mujer en el papel de seductora, aludiendo a conceptos relacionados con la
belleza, el erotismo, y la provocación, o como serpiente tentadora. En
definitiva, en el sujeto convertido en objeto».
En Estados Unidos, The
National Federation of Press (Gallagher, 2001) muestra cómo las mujeres han
visto incrementar su porcentaje de ocupación de puestos de dirección o de toma
de decisiones en solo un 1% cada año desde 1977. Por su parte, el profesor
David Weaver llega a la conclusión de que las periodistas americanas habían
conseguido ganancias significativas en materia de control editorial en los
últimos tiempos. Se observa también cómo, a pesar de que en las aulas de los
colegios y universidades de periodismo en Estados Unidos las mujeres superaban
en número a la presencia masculina, –un dato que también se observa en España–
seguían teniendo una presencia minoritaria en las salas de prensa y
especialmente, en los puestos de dirección.
En Francia, en Gallagher
(2001) se afirma que en el periodismo francés la condición femenina es una
restricción para acceder a responsabilidades en el periodismo. Señala que la
distancia con respecto a las grandes responsabilidades en este ámbito
profesional y a las columnas importantes se traduce en menos probabilidades de
encontrase con gente famosa, facilitando en cambio un mayor acceso a personajes
más anónimos y reportajes menos brillantes, lo que en resumen produce un
periodismo tipificado como femenino. Es decir, que lo que las mujeres escriben
no siempre guarda relación con la sensibilidad femenina, sino que en muchas
ocasiones no tienen acceso a escribir algo distinto, debido a las estructuras
de poder con las que se topan en esta profesión jerarquizada.
En Reino Unido, en
Gallagher (2001) se apunta cómo los hombres que estudian periodismo consiguen
más rápidamente un trabajo en los medios que las mujeres. Esto ha llevado a que
algunas compañías adopten políticas y programas de acción para equilibrar esta
situación, pero puntualiza que esta adopción es más común en radio y televisión
que en prensa y que ocurre más a menudo en medios de comunicación públicos que
en el sector mediático privado.
En Sudáfrica, Green
(2001) recuerda cómo en un estudio de igualdad laboral realizado una década
después de la proclamación del final del apartheid, el número de
personas negras que ocupaban cargos de poder en el mundo académico y
administrativo solo ascendía a un 10 % del total. Lo sorprendente del
estudio era que entre el 90 % restante correspondiente a personas blancas
que ostentaban esos puestos de alto escalafón hubiera una ausencia casi total
de mujeres blancas en las estructuras de poder y en la universidad. Siete años
después del fin del apartheid y bajo la nueva ley de igualdad para con los
negros y las mujeres, sólo se encuentra con tres mujeres que ocupen el puesto
de editoras en periódicos del país, dos de ellas de raza blanca y la otra
negra. También destaca que bajo un gobierno con mayoría negra dirigiendo el
país, la mayoría de los negocios y profesiones están controladas por manos
blancas.
En Australia, en 1996 se
llevó a cabo un estudio que desvelaba que el 23 % de las mujeres
periodistas de los medios habían dejado sus trabajos por motivos que tenían que
ver con la discriminación que venía sufriendo el género femenino en su
promoción laboral. Asimismo, en 1991 The International Federation of Journalism
(IFJ) admitió que el 27 % de los periodistas que trabajaban en los medios
eran mujeres, en 2001 ya superaban el 38 %, sin embargo este estudio
también reconoce diferencias significativas en función del país analizado. Por
ejemplo, mientras que en Finlandia y Tailandia estaban cerca del 50 %, en
Sri Lanka y Togo las mujeres periodistas no llegaban casi a un 6 % (Peters,
2001).
En relación con la
presencia de la mujer en los distintos medios de comunicación, como es por
ejemplo la radio, los locutores están por encima de las mujeres, sobre todo
durante la mañana. Según afirma Cramer, las mujeres están prefiriendo trabajar
en los telediarios que en los informativos de la radio. En lo que respecta a
los medios de comunicación en línea, a pesar de la revolución acontecida en
este medio, las grandes multinacionales de la comunicación parecen haber
perdido la oportunidad de revolucionar la organización y la cultura de las
salas de redacción, sobre todo, por lo que se refiere a la igualdad de género
en los puestos directivos (Thiel Stern, 2006).
La mayoría de las
entrevistadas no piensan que la escasez de mujeres en los puestos directivos
del medio en línea se deba a sexismo o discriminación. Aun así, la insuficiente
representación de la mujer es problemático. Los altos cargos son tan pocos y
cuesta tanto acceder a ellos que no hay «suficiente pastel para repartir».11
Estereotipos
en la publicidad[editar]
Los estereotipos en la
publicidad son ideas simplificadas de la realidad que han sido aceptadas por la
sociedad o por un grupo de personas determinado. No tratan simplemente de
vendernos el producto al que hacen referencia, sino que nos venden el éxito
social o la competitividad. Muchas veces en un principio pueden resultar forzados
o incluso cómicos, pero al final acaban siendo aceptados. El anuncio publicitario debe
ser representado con un vocabulario tópico, que refleje los valores y
argumentos en que se sustenta el estereotipo de la marca. Así se crearán unos
estereotipos definidos que no aparecen con tanta simplicidad en la realidad.
En definitiva, la
publicidad es una de las principales responsables de los estereotipos, ya que a
través de muchas estrategias comerciales consiguen establecer modelos de
conducta que las personas tratarán de imitar, nos hace creer que si consumimos
el producto anunciado conseguiremos obtener las mismas características.
En el mundo publicitario
encontramos diferentes tipos de estereotipos, aunque el principal es el sexo.
Éste se utiliza para todo tipo de productos e incluso para aquellos que no
tienen nada que ver con él. Se trata de un estímulo que el receptor acoge de
forma positiva y rápida. El rol de la mujer en la publicidad ha sido altamente
estereotipado, representándola siempre como esposa, madre, ama de casa o
incluso como mujer objeto. Se muestra la imagen de mujer dependiente y débil
pero, ante todo, bella. De esta forma, la mujer es representada no sólo como
objeto de deseo del varón sino, como afirma García Oyarzun (2014), como parte
del consumo del objeto publicitado. A pesar de que la objetivación de la mujer
sigue siendo abundante en la publicidad, actualmente también empiezan a
aparecer ejemplos de la mujer superwoman que no necesita la ayuda del
hombre. En el hombre el estereotipo establecido ejerce mayor presión social
hacia una imagen que refleje fuerza, agresividad, dominio, valentía, pero sin
descuidar tampoco su aspecto físico. A su vez, son mostrados como poco
profundos y muy superficiales, esencialmente incompetentes.1213
Sin embargo, tanto en el
caso de los hombres como en el de las mujeres uno de valores más explotados es
la belleza. Los creativos publicitarios recurren siempre a modelos atractivos
para llamar la atención del público y con ello pretenden que el público crea
que, al consumir su producto o servicios, su físico será tal y como se muestra
en la publicidad y que de esa forma su vida será mejor. En muchos casos, esa
necesidad generada de alcanzar el ideal físico mostrado en la publicidad da
lugar a trastornos alimenticios (anorexia, bulimia) y otros problemas
psicológicos, sobre todo en adolescentes, que son un blanco fácil para este tipo
de presiones.
Dentro de la publicidad
infantil el estereotipo que más se desarrolla es el de los roles de género,
marcando supuestas diferencias entre chicos y chicas. Las niñas suelen ser
representadas como obedientes, delicadas y ordenadas, que ayudan a la madre en
el hogar asumiendo responsabilidades desde una edad muy temprana. Del mismo
modo todos los juguetes enfocados para las niñas tienen relación con el mundo
de la cosmética y el hogar. Por el contrario, los niños suelen mostrarse como
inquietos y rebeldes, aunque a su vez son emprendedores. Y de esa forma los
juguetes para niños suelen tener que ver con el mundo de la construcción, el
automóvil o incluso campos más agresivos como la guerra. También se suele usar
a los niños como gancho para vender productos a los adultos, valiéndose de la
simpatía o ternura que producen.12
En ocasiones la
publicidad también fomenta ciertos estereotipos raciales. De esta forma, la
mayoría de las veces pueden llegar a subestimar una raza sobre otra, como
sucedió en el anuncio de una cadena de comida rápida en Alemania, que indignó a los
mexicanos.14 Además, el físico ideal que muestra la
publicidad tiene también ciertos componentes raciales. Esto sucede porque, por
norma general, los modelos utilizados no sólo comparten entre sí su delgadez y
belleza, sino que suelen ser personas con rasgos caucásicos, piel blanca y,
muchas veces, pelo rubio y ojos claros. Esto ayuda a fomentar la idea de que
hay una raza más perfecta o superior que el resto.12
En resumen, el uso de estereotipos
es negativo cuando empiezan a convertirse en prejuicios y condicionantes.
Actualmente este problema está empezando a cambiar ya que los consumidores
tienen más consciencia sobre este fenómeno pero, aun así, la gran mayoría sigue
siendo manipulada por los anunciantes.
Estereotipos
en el cine[editar]
Un ejemplo de estereotipo en el cine
es la actriz Salma Hayek
(siempre le dan papeles que representan a un personaje de origen latino).15
Según un estudio realizado
por el Observatorio de Cultura y Comunicación de la Fundación Alternativas, el
cine producido por los grandes estudios de Estados Unidos representa
aproximadamente entre el 70% y el 80% del mercado mundial. Este mismo estudio
afirma que Hollywood domina el imaginario colectivo. Este imperialismo cultural
deriva en un mercado cinematográfico –especialmente el occidental– con
referencias y estereotipos comunes.16
Con respecto a España,
la mejor cuota de mercado de la historia del cine nacional fue la obtenida
en 2014, con un 25,5 %, más de 6 puntos porcentuales por encima de la
obtenida en 2013 (19,2 %).1718 Dentro de este porcentaje el cine de
autor no tiene apenas cabida. Esta limitación contribuye al fomento del consumo
de cine elaborado al estilo hollywoodiense, más rentable en términos
económicos. De este modo, a la hora de hablar de estereotipos en el cine se
habla principalmente de aquellos que aparecen reflejados en el cine
norteamericano y que, por extensión, llegan a mayor número de población.

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